1. Ruinerworld
2. Amsterdam
3. Aeropuerto Shipol
Día 4 (3 de agosto)
Esa primera tarde nos dirigimos al supermercado para comprar todo lo necesario para preparar la cena y el desayuno del siguiente día puesto que solo nos íbamos a alojar dos días allí y no había ningún restaurante cerca.
Esa primera tarde cogimos las bicicletas que nos alquilaron allí mismo en el camping y nos fuimos a dar una vuelta alrededor del camping. Nos contaron que podíamos ir a un parque que se encontraba al otro lado del campo justo delante de nuestro camping pero había que rodearlo con la bicicleta. Era ideal y fuimos paseando hasta el parque donde queríamos ir al día siguiente. Era un trayecto muy cercano y muy rápido, de unos 10-15 minutos y las niñas se lo pasaron pipa con la bicicleta. Pero he de decir que a mí me tocó llevar la bicicleta que lleva la cesta delante y era muy difícil mantener el equilibrio puesto que había solamente una rueda delante y era difícil de manejarla debido a su volumen y el peso de Nina.
No sorprendió la calma absoluta que había en este camping. Realmente era pequeñito y no había mucha gente pero era muy silencioso, parecía que estuviéramos solos en el campo cuando realmente allí había bastante gente. En la zona de juegos infantil había un arenero y un columpio, con eso las niñas ya estaban entretenidas y felices.

Al llegar, te encontrabas todo una zona de picnic y había dos zonas de juego diferenciadas: interior y exterior. La zona de juegos interiores era un granero enorme habilitado con pasarelas, toboganes, redes, todo tipo de construcciones para que los niños pudieran moverse y jugar por ahí libremente y si peligro. También había una zona con caballos de juguete de diferentes tamaños para niños grandes y pequeños, me pareció super divertido! De ahí mismo subía todo la construcción de madera con redes, toboganes y todo tipo de construcciones de madera que creaban un brazo con un túnel que llegaba hasta hasta el exterior y tenía forma de tractor. Esto estana ya en el exterior y formaba parte del mismo parque, estaba todo integrado. Dentro también había unas zonas de construcciones más blandita para niños más pequeños y una zona chill out para los padres. Los niños jugaban libremente mientras los grupos de padres se tomaban algo. En el exterior podías encontrar un montón de cosas para entretenerse, desde colchonetas para saltar, colchonetas hinchables con agua (era verano aunque no hacía tanto calor) y sobre todo lo que más me gustó fueron las decenas de tractores que había de tamaño niño. No sabéis cómo estaban los niños de excitados, dando vueltas encima de esos tractores de su propio tamaño! La verdad es que me pareció un espacio alucinante para los niños, súper bien cuidado, lleno de familias y de niños por supuesto.
Después de comer ya fuimos a descansar un ratito a nuestra casita. Por la tarde volvimos a salir con la bici a hacer un paseo cerca del hotel, allí todo es plano y es fácil y tranquilo para pasear en bici con las niñas . Me fascinó la tranquilidad de ese lugar, la sensación de estar prácticamente solos todo el rato. Desde luego es un lugar donde hubiera pasado más días.
Día 5 (4 de agosto)
Ese día teníamos que emprender nuestro viaje a Amsterdam así que tomamos rumbo hasta esta ciudad donde acabaríamos nuestra ruta. Desayunamos en nuestra mesa de picnic y luego emprendimos nuestra ruta hacia Amsterdam.




Durante nuestra ruta comimos en diferentes tipos de restaurantes, uno de los días comimos en un restaurante japonés porque Illa y Nina se lo comen bastante bien y era de lo más «sano» que encontramos. Las niñas son adictas al edamame (como yo) así que no teníamos problema para que comieran de todo. Otro día también cenamos al lado del hotel en un asiático, y la verdad es que ellas podían comer más o menos de todo (aunque sí que es verdad que difícil encontrar comida sana cuando viajas y comes en restaurantes).
Día 6 (5 de agosto)








Día 7 (6 de agosto)
Por la mañana cargamos el coche para dejar el hotel, desayunamos ahí mismo en una terraza al aire libre.
Fuimos camino a Goatfarm Ridammerhoeve una granja que estaba cerca del aeropuerto para pasar el tiempo que nos quedaba antes de coger el avión. Se encontraba dentro de un bosque precioso, lástima que no tuvimos más tiempo para pasear por ahí. Las niñas quedaron fascinadas, jugamos un rato en le parque y ya emprendimos nuestro viaje de vuelta a casa…
Alojamientos y restaurantes:
De Vier Pilaren (restaurante de poffertjes)
Puntos de interés:
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